de Carlos Eduardo Montilla, el jueves, 16 de diciembre de 2010 a las 3:29
El único que debe escuchar la confesión de pecados es nuestro gran Sumo Sacerdote que es Señor Jesucristo. Nada Peligra más la firmeza en la vida cristiana, como los pecados no confesados...
El pecado nos separa de Dios, Romanos 3:23 Isaías 59:1,2 ... Todo cristiano que deja la vida cristiana, la deja por pecado, el Señor lo dijo: porque separados de mí nada podéis hacer"... El Cristiano que no mantiene sus pecados confesados, esta invitando el desastre, vive en la negación de la realidad, esta permitiendo que una condición en su vida permanezca y que a la final lo destruirá, el pecado destruye todo lo que toca: Nuestro testimonio, la conciencia, el gozo, matrimonios, familias y pare de contar... Es como saber que a alguien se le diagnostique un tumor en el cerebro a alguien y ese alguien no hace nada.
Ahora no solo confesar nuestros pecados sino abandonar esos pecados... Ya que el propósito de confesar nuestros pecados, no es solo para recibir perdón, sino también recibir ayuda para obtener victoria sobre el pecado.
La confesión identifica el área de mi vida en la que estoy batallando!!!
Cristo da Victoria sobre ese pecado, sea cual sea el pecado, Cristo El Señor da la victoria!!!!
"Si en mi corazón hubiese yo mirado a la iniquidad, El Señor no me habría escuchado." Salmos 66:18
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